DÍA DE MUERTOS ¿ORIGEN PREHISPANICO O MEDIEVAL?

Hola a todos!

Se acerca el día de muertos y todos comenzamos a prepararnos para la celebración. Empezamos a comprar o a elaborar nuestras calaveritas de azúcar con nombre, compramos los ingredientes para los platillos de nuestros difuntos, las flores especiales como cempaxuchilt y terciopelo.

Les presento aqui la idea general sobre el origen y posteriormente su  mezcla con la de los españoles de nuestra celebración del día de muertos y después una investigación reciente realizada por la historiadora Elsa Malvido, de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) donde debate esta creencia.

Como en la república la celebración es diferente en cada estado, les he copiado la celebración en tlaxcala que es muy representativa.

Esperamos sus opiniones.

Saludos

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Día de Muertos en Tlaxcala

Considerada cuna de la nación y el mestizaje, en Tlaxcala se entrelazan la tradición prehispánica con la española en fiestas y ferias populares, donde por supuesto la celebración de Día de Muertos no es la excepción. En la época prehispánica el culto a los muertos tenía una duración de 40 días.

En Tlaxcala (que en lengua náhuatl significa “lugar de pan o maíz y tortilla”), la festividad de Todos los Santos es una gran tradición mestiza que los tlaxcaltecas viven con un gran respeto y religiosidad católica.

Así lo asegura Desiderio Hernández Xochitiotzin, cronista del estado, en entrevista con Buen Viaje Internacional. “Desde el punto de vista histórico, el Día de Muertos es un fenómeno sincrético de profunda religiosidad popular, que tiene determinadas características de acuerdo a las zonas geográficas y culturales”.

Culto por 40 días

En la época Prehispánica, los tlaxcaltecas se regían por el calendario náhuatl, llamado Tonalamatl, el cual se dividía en 18 meses de 20 días cada uno, dando un total de 360, que sumados a los cinco días de fin de año, incluidos los años bisiestos, sumaban los 365 días que rigen nuestro calendario actual.

“De ahí que un mes, es decir 20 días, eran dedicados a la fiesta de los niños llamada Miccailhuipzintli, que de acuerdo al calendario actual corresponde al noveno mes, del 9 al 28 de agosto.

Tlaxcala 02

La conmemoración a los difuntos mayores conocida como Hueymiccailhui, iniciaba del 29 de agosto al 17 de septiembre, correspondiendo al décimo mes”.

Hernández Xochitiotzin explicó que debido a que en Tlaxcala -la entidad más pequeña de la República Mexicana-, se tiene presencia de tres grandes étnias: otomí, náhuatl y olmeca-chichimeca, con particulares raíces civiles, religiosas y políticas, “existen por lo menos tres maneras de celebrar a los muertos, que se funden con las creencias que se tiene en los estados circunvecinos como Puebla, Veracruz y las sierras cercanas, lo que viene a multiplicar el culto a los fieles difuntos”.

Refirió que “los antiguos tlaxcaltecas creían que cuando una persona moría en está vida, nacía a la inmortalidad como dios, mientras que en el catolicismo se cree que cuando alguien fallece se va al cielo o al infierno, según haya sido su comportamiento en el mundo terrenal, además de que no se rinde culto a la muerte porque no hay dioses para ella”.

El también pintor, indicó que el Día de Muertos en Tlaxcala se festeja con profunda religiosidad y respeto, sobre todo entre la población autóctona y los otomíes, cuyas costumbres están más arraigadas.

Un ejemplo de ello es San Juan Ixtenco, un poblado muy cercano a Huamantla, cuyas ofrendas tanto en la casa como en el panteón, se caracterizan por su riqueza tradicional indígena. “Las cruces que se colocan son naturales, porque son cortadas de las ramas de un árbol siempre y cuando tengan la forma de un crucifijo, además de que las ofrendas son más ricas en presentes como panes, guisos y pulque”.

Tlaxcala 03

En San Juan Tololac, que se localiza a dos kilómetros al poniente de la ciudad de Tlaxcala por la carretera libre a la Ciudad de México, y cuya población es de origen náhuatl, “las ofrendas son abundantes en panes, por ser un lugar de panaderos, donde se elabora el tradicional pan de fiesta”. Se colocan verdaderos  manojos de panes y una gran cantidad de veladoras en los altares.

En el panteón de la localidad no hay montículos, pero un día antes de la celebración de los Fieles Difuntos, la gente adorna la sepulturas con tierra blanca traída de Tizatlán -cuyo significado en náhuatl es “lugar de tiza o tierra blanca” y donde predicó Quetzalcoatl-, al igual que ornatos hechos a base de fruta en forma de capulincillo en color amarillo, verde y naranja, enriqueciéndolas con flores de zempatzúchitl. El día 2 de noviembre hacen una enorme fiesta en el panteón.

A tan sólo media hora de Tlaxcala, se encuentra Tepeiti, una población también de origen náhuatl que durante el Día de Muertos lleva a cabo una ceremonia nocturna, ya que se van al panteón a esperar a las ánimas y dejarles sus ofrendas luego de cenar con ellas.

En San Luis Tolocholco, cercana al Iztaccíhuatl, las ofrendas se caracterizan por tener menos abundancia de pan y más de comida hecha a base de maíz. Además de las imágenes religiosas, se pueden apreciar platillos como el chile-atole y el mole de guajolote (platillo prehispánico sagrado).

En suma, el cronista tlaxcalteco reiteró que en la entidad se funden elementos prehispánicos con católicos. En San Juan Ixtenco la presencia de ramas y flores guarda un estrecha relación con los dioses de los Montes y de las Flores, mientras que en San Juan Tololac, la tierra blanca obedece al color blanco que caracterizaba al dios Quetzalcóatl y en el Iztaccíhuatl, dios del Agua o de la Lluvia, conjuntamente con la presencia imágenes de la Virgen María o San Isidro Labrador.

La Feria de Todos los Santos

Con el paso de los años, la veneración a los muertos se ha venido modificando, al fundirse las raíces de la tradición prehispánica con la española, lo cual da motivo principal para la realización de la “Feria de Todos los Santos”.

Esta, es una de las más antiguas del país, cuyo origen data del año 1826 y que en su XLII edición se llevará a cabo del 15 de octubre al 7 de noviembre.

En contraste con las fechas en que se celebran estas fiestas, para los tlaxcaltecas deja de ser una época de dolor para convertirse en una muestra de folklore y colorido.

En Tlaxcala, las ferias y las fiestas populares constituyen una de las más ricas expresiones, en cuyas raíces se mezclan las tradiciones prehispánicas y españolas, siendo éstas, el reflejo de una valiosa herencia.

La Feria de Tlaxcala, “La Fiesta de todos los Santos” se caracteriza por ser una muestra del desarrollo económico del estado, con excelentes exposiciones artesanales, turísticas, industriales, agrícolas y ganaderas, además de ofrecer eventos deportivos, artísticos, culturales, corridas de toros, peleas de gallos, sin faltar la exquisita gastronomía y en especial la hospitalidad de su gente; garantizando con ello que los visitantes tengan diversión, esparcimiento, espacios suficientes y servicios eficientes.

En el ámbito religioso, los festejos inician el 28 de octubre, día dedicado a las ánimas de los accidentados o de los que murieron en desgracia. La celebración del día de Muertos en Tlaxcala, no es de duelo sino más bien de festejo, de magia, de alegría, rezos, cantos, colores y sabores que se mezclan en espera del alma bendita que llegará a reunirse con los seres queridos.

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Origen de los simbolismos del altar de muertos

Les agrego esta presentación muy interesante para saber más acerca de esta fiesta.

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Los festejos por el Día de Muertos en México no proviene del mundo indígena ni prehispánico, sino de la Europa Medieval, en especial de los jesuitas.

De acuerdo con la historiadora Elsa Malvido, de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los festejos por el Día de Muertos en México no proviene del mundo indígena ni prehispánico, sino de la Europa Medieval, en especial de los jesuitas.

En comunicado de prensa difundido por el INAH, el altar de muertos, las calaveras azucaradas y los panes con forma de hueso, son tradiciones que provienen del medioevo católico europeo.

«Trazar un camino de flores de cempasúchil, colocar tamales, pulque y camote en las ofrendas, adornar papel picado con calaveras, flores y otros motivos tradicionales, comer dulces en forma de cráneos o panes con forma de cadáveres remiten a la cultura prehispánica, con sus tzompantli llenos de calaveras, el mes de su calendario dedicado a los muertos y su absoluta despreocupación por la muerte como lo demuestran los sacrificios y las guerras floridas», dice el comunicado.

No obstante, agrega, todos estos elementos no son una invención de la cultura mexicana, así como tampoco las ofrendas que se colocan en la madrugada del día 1 de noviembre.

Estos provienen, más bien, de la Europa medieval y son costumbres católicas y profundamente jesuitas, incluso de raigambre romana, «pero de ninguna manera, como se nos quiere hacer creer, representan resabios de la cultura indígena mexicana», afirma Malvido.

Las fiestas de Todos los Santos y de Fieles Difuntos, prosigue, son rituales que se inventaron en la Francia del siglo X por el Abad de Cluny, quien decidió rescatar la celebración en honor de los macabeos, familia de patriotas judíos reconocidos como mártires en el santoral católico el 2 de noviembre.

Dispuso el día anterior para celebrar a los santos y mártires anónimos, aquellos que no poseen nombre ni apellido, ni celebración en el calendario ritual católico.

En ese día de Todos los Santos, por cierto, se disponía en el templo de un inmenso altar en el que se exhibía el ara, es decir, las reliquias de personajes santos que cada iglesia poseía en sus altares, bien fuera huesos, cráneos u otros restos; la tierra donde fueron enterrados o una parte de la ropa que portaban.

Las reliquias y el relicario eran considerados intermediarios del hombre ante Dios, pues se podía negociar clemencia para que el cuerpo o el alma no fueran tan castigados.

Es por ello que en México, mientras los indios eran enterrados en el atrio, la parte más barata, los acaudalados eran inhumados cerca del altar mayor, del ara, para asegurar una intercesión divina para la salvación de su alma.

Precisamente por ello, en la fiesta de Todos Santos, los católicos recorrían la mayor cantidad posible de altares, iglesia por iglesia, para ganar indulgencias.

Iban anotando cuántas reliquias visitaban para, al final, calcular los años de perdón obtenidos y, antes de entrar al punto final, la Catedral Metropolitana, los feligreses compraban un pan o un dulce de azúcar con forma de reliquia, mismos que el cura bendecía y que finalmente colocaban en casa en una mesa junto con el santo familiar y frutas variadas.

Ese es el origen del altar de muertos, mismo que se acostumbra en Argentina, Chile y Perú, e incluso en Sicilia, Italia, donde además de colocarse el altar de muertos, se tiene la creencia que los parientes visitan el hogar y traen juguetes para los niños, tradición religiosa que proviene de una antigua tradición romana.

En el norte de España, en Galicia, en la cena del 31 de diciembre, la comida se deja en la mesa para que vengan los parientes a comer, lo que también es una tradición romana, incluso más antigua que la anterior.

«Seguir pensando que es una tradición de origen prehispánico significa que no entendimos nada, puesto que es profundamente romano», afirma categórica.

Este fenómeno puede hallarse en todo el mundo europeo. En estas fechas, las dulcerías venden calaveras y panes con forma de hueso de Todos Santos.

Incluso es posible comprobar que las calaveras dulces tienen una coronita y una flor, similares a las reliquias de cráneos que se exponen en la Catedral Metropolitana el 1 de noviembre.

«En Venezuela he visto el Altar de los Santos en la Universidad de Carabobo, una mesa gigante llena de santos pintados, en escultura, papel, cartón, cerámica o incluso algunos no reconocidos por la Iglesia Católica, sino provenientes de devociones populares», insiste.

En opinión de la investigadora, quienes inventaron la leyenda de que esta celebración era prehispánica fueron los intelectuales de los años 30, sin embargo, los pensadores decimonónicos tenían mucho más claro este fenómeno como los escritores Ignacio Manuel Altamirano y Antonio García Cubas, por ejemplo.

Asimismo explicó que el permanecer en vela en los panteones para aguardar el día primero, tampoco es una celebración prehispánica.

Los fieles solían pernoctar el día que Cristo es crucificado y velar su cuerpo, y lo mismo hacían con sus familiares fallecidos, el día que los enterraban, así como al cumplirse un año del fallecimiento y también los días de fieles difuntos.

Así que cuando las Leyes de Reforma retiraron los panteones de las iglesias y los volvieron cementerios civiles, esa tradición y la verbena, se trasladó a estos sitios.

Curiosamente, la tradición comenzó en las tumbas de los ricos, que eran vestidas con encajes y mantones, adornados con porta velas y candelabros de oro y plata.

Durante la noche, los criados permanecían ahí para custodiar las tumbas.

La gente acudía a los panteones a visitar estas tumbas adornadas y a pasear a sus hijas vestidas elegantemente -para buscarles marido bien acomodado-; luego, cada quien comenzó a adornar, de acuerdo a sus posibilidades, sus propias tumbas familiares.

La investigadora Elsa Malvido fundó hace 25 años el Taller de Estudios sobre la Muerte, que hasta la fecha funciona con sesiones quincenales.

Todo comenzó, rememora, con el congreso «Así estudiamos la muerte hoy», realizado en el Museo Nacional de Antropología y que fue el antecedente directo del taller.

Hace una década se realizó un segundo congreso, «El cuerpo humano y su tratamiento mortuorio» que se publicó y ahora es un libro de texto de varias especialidades.

Durante estos 25 años, por el taller han pasado expertos de casi todas las ramas del conocimiento humano, advierte, por lo que se han presentado una gran diversidad de trabajos y disciplinas, pues además de arqueólogos, antropólogos e historiadores, han acudido médicos, literatos, poetas, editores, ingenieros, periodistas y muchos otros especialistas, «no hay especialidad que no toque la Muerte», resume.

Las dos reflexiones más importantes que han surgido del taller han sido, primero, la de demostrar que las fiestas del 1 y 2 de noviembre son de origen católico y fueron establecidas desde el siglo X, desmitificando de este modo, la reinvención política y antropológica que afirma que provienen de los días de muertos prehispánicos.

La segunda conclusión, no menos trascendente, es la de entender que el animal humano es uno y el mismo universalmente, y que por cierta característica de temor realiza rituales con la esperanza de alcanzar la vida después de la muerte, guardar la memoria de sus ancestros e intentar que sus existencias no se borren.

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¿que tal? Es muy interesante verdad?

Espero sus comentarios.

pilar

13 comentarios sobre “DÍA DE MUERTOS ¿ORIGEN PREHISPANICO O MEDIEVAL?

  1. Quisiera cooperar un poquito con la información del día de muertos en México, concretamente de la Zona de Yucatán, a mi parecer, la más desconocida para los propios mexicanos en cuanto a costumbres implantadas por los Mayas.

    Decir Yucatán es traer a la mente imágenes de una cultura milenaria que sobrevive. Como herencia de su esplendor existen más de 200 sitios arqueológicos descubiertos, aunque sólo unos cuantos están abiertos al público, los suficientes para mostrar al mundo la grandeza del pasado luminoso de los mayas. Entre ellos Chichén Itzá, una de las siete maravillas del Mundo moderno (uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán)

    Las prácticas del Hanal Pixán (comida de las ánimas) se remontan a los tiempos en los cuales los mayas escogieron un día del calendario religioso al que llamaron manik, cuyo significado es el paso de las almas sobre la esencia de los alimentos. De este día derivan una serie de elementos característicos de la celebración: el considerar la tierra como un espacio cuadrado, sus altares adquieren esa forma. Ellos creían que cuatro dioses o bacabés (Bacaboob en maya), sostenían la tierra en las cuatro esquinas, por ello colocan todavía cuatro jícaras en esa posición sobre la mesa.

    La ceiba, el árbol sagrado de los mayas, es el punto de conexión entre el plano terrenal, el paraíso y el inframundo. Simboliza los tres niveles de su religión: el superior, representado por sus ramas, es el que está regido por trece dioses del Oxlahuntikú; su tronco representa el nivel intermedio o plano terrenal donde vivimos y sus raíces, que se adentran en la tierra, simbolizan el tercer nivel o inframundo, el Bolontikú,regido por nueve dioses.

    Cecilia Celia Vales Fernández
    (Mérida, Yucatán), ahora en Asturias, España

  2. Muchísimas gracias Ceci por tu aportación. Esto es lo bonito de ser de diferentes estados, que juntos conocemos más acerca de nuestra amplia historia y cultura.
    Pilar Gómez

    1. Hola Carlos!

      Me alegra que te haya gustado la presentación. te la he enviado a tu correo, me supongo que te llege desde slideshare que es una página que te permite hacer presentaciones y la única condición es que las compartas. Te la he enviado con mi nombre: Pilar.
      Por si acaso te pego aqui la URL para que en caso de que no te llegue la veas y te la puedas bajar.

      El procedimiento es sencillo, solo te registras en slideshare y ya te permite crear y bajar las que te interesen.
      un saludo

  3. mil gracias es un gran apoyo en la educaciòn escolar, me gustaria tener contacto contigo, ya q mi región es michoacana y tenemos grandes aportaciones para ti,saludos.

    1. HOla Sandy!
      Perdon porresponder hasta ahora pero he andado un poco ocupadilla. Claro que me encantaria que estableceriamos comunicación y tu cooperación con nuesta página. Te envio un mail para que me cuentes un poco.

      Saludos
      Pilar Gómez

  4. hola, siempre he tenido una duda respecto a las tradiciones, en el estado de Chiapas cuando muere una persona, después de su entierro se realiza una novena ya sea de misas o de rosarios, a los 31 dias de muerto se realiza otra novena que concluye al dia 40 (festejan los 40 dias), a los 7 meses realizan otra novena, y de ahi cada año se realiza una novena que termina el dia del fallecimiento, por ultimo como algo muy especial a los 7 años se hace otra novena, y mientras viva o asi alguien de la familia quiera realizarlo en recuerdo del fallecido cada año se hace la novena.
    Mi pregunta es?, que significado tiene cada una de las fechas en que se realizan las novenas ( al morir, 40 dias, 7 meses, 1 año, al septimo año), los obvios serian pedir por el alma al morir y al año para recordar al fallecido, pero los 40 dias, 7 meses y 7 años????????, de donde se habra adquirido esta tradición??????

  5. Hola Jesús! perdón por el retraso, tenia un poco olvidado el blog pero de hoy en adelante intentaré seguir con ello. EN verdad no había oido la tradición de Chiapas, lo voy a investigar y ya te escribo aqui lo que haya encontrado. O si algunos de los que lelgan a nuestro blog saben de la tradición, por favor, ilústrenos.
    Un saludo a todos y espero que entre todos sigamos colaborando por rescatar tradiciones mexicanas y datos importantes para todos nuestros paisanos dentro y fuera de México.

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